Artículo publicado en el diario El Mercurio, Domingo 3 de junio de 2007
Población enfrenta la mala calidad del aire en otoño e invierno: Pudahuel se defiende de la contaminación más dura del país
VÍCTOR ZÚÑIGA (periodista)
Las escuelas publican los índices atmosféricos y los SAPU de los consultorios funcionan las 24 horas.
Justamente en Pudahuel se constató el pasado 12 de mayo la peor calidad atmosférica de la capital en ocho años al llegar ese sábado a 409 en el Índice de la Calidad del Aire Particulado (ICAP), episodio crítico categorizado como preemergencia.
Y es en esa misma comuna poniente de la Región Metropolitana en que se ha constatado por lo general la seguidilla de alertas ambientales propias de la temporada otoño-invierno que la Intendencia de Santiago decreta al alcanzarse valores que van de los 200 a los 299 ICAP.
Este sombrío panorama se repite invariablemente año tras año a tal punto que la población y el gobierno comunal están conscientes de ello no para asumirlo meramente como una desgracia natural sino para sobreponerse a esta adversa realidad.
Junto a las autoridades municipales, un trabajo coordinado se hace en el plano de la salud, la educación y las juntas de vecinos, entre otros ámbitos para contrarrestar los efectos nocivos del esmog.
En pleno corazón de la zona poniente está la Escuela Municipal Antilhue, de 1.600 alumnos, en cuya entrada por calle Ancahual está el tablero informativo que contiene los datos de la calidad del aire del día.
Ello para que sean vistos por los niños y los profesores, de forma que en caso de situaciones críticas se suspendan de inmediato las clases de educación física.
"Esa es una información vital para la escuela, porque implica tomar decisiones. Es información que los niños llevan a sus casas", dice María Esperanza Alvarado, directora del colegio.
En cuanto a las repercusiones del esmog reconoce que implica un 2% en promedio de inasistencias de los estudiantes, lo que les duele, si se considera que el establecimiento tiene un alto promedio del 95% durante el año.
"El municipio nos entrega a diario datos de la contaminación que publicamos en la entrada". ESPERANZA ALVARADO, Directora Escuela Antilhue
Explica que el tiempo no se pierde en su escuela, porque una suspensión de una clase de educación física en la intemperie implica que el profesor está preparado para efectuarla al interior de la sala con material ad hoc y en términos teóricos.
Anticuerpos
La red asistencial en los consultorios de Pudahuel se redobla para hacer frente a las enfermedades respiratorias tanto en menores de cinco años como en tercera edad, sobre 65 años.
"El problema lo tenemos a los dos o tres días después de la preemergencia en que los virus se incuban por la contaminación. Reforzamos las salas de atención al público las 24 horas en este tiempo. La aplicación del Auge en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) nos ha permitido bajar la tasa de mortalidad en menores", destaca Walter Macías, director del SAPU de "La Estrella".
El médico explica que gracias al plan cuentan con los medicamentos y tratamientos al instante y no esperan hasta 48 horas como ocurría antes del AUGE.
"Ahora nosotros empezamos a tratar a los niños desde el primer día de evolución de la enfermedad. Así funcionan los SAPU de La Estrella, Poniente, Gustavo Molina que atienden en promedio 500 a 600 pacientes diarios durante todo el año, lo que aumenta un 20% en invierno".
Por contaminación las patologías usuales, dijo, son el asma y los síndromes bronquiales obstructivos crónicos. "Estos niños aumentan sus consultas, porque a ellos la polución les gatilla eventos de crisis en invierno. De ese grupo el 85% a 90% son faringo-amigdalitis de tipo viral".
Alcalde pide mayores atribuciones
El alcalde Johnny Carrasco dice que hay un "estigma" contra Pudahuel y que su comuna no contamina más ni menos que el resto, y que la mala calidad del aire que viene de otras comunas ocurre en ciertas horas del día y no abarca todo Pudahuel.
No obstante, el municipio está interesado en medir y determinar los riesgos en salud para la población, razón por la cual se firmó recientemente un convenio con el Centro Nacional del Medio Ambiente de la Universidad de Chile. "Vamos a hacer mediciones en distintos puntos de la comuna", explica.
Pero el edil va más allá y reclama que la legislación ambiental no otorga competencias a los municipios para fiscalizar y/o paralizar fuentes contaminantes tanto fijas como móviles. "Si uno quisiera colaborar con el plan de descontaminación de la región y tener un rol más activo, entonces que nos den facultades. Los municipios estamos atados de manos".
Explica que si alguien está quemando ilegalmente materiales contaminantes, apenas el municipio puede hacer la denuncia y promover una citación a un tribunal, que a lo más aplicará una multa mínima o terminará con un sumario sanitario de desconocido resultado de la autoridad de Salud respectiva.
"El programa de descontaminación adolece de que nos contemplen más como socios y así potenciar más los recursos humanos en conjunto. No somos considerados", acota Carrasco.
Y con ello se refiere al Plan de Descontaminación y Prevención de Santiago que rige para toda la Región Metropolitana, a cargo de la Intendencia y las máximas autoridades ambientales (Conama) y sanitarias.
Mientras tanto, la comuna tiene operativa la Red de Calidad del Aire, que integran colegios, consultorios, radios comunales y organizaciones sociales.
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